Entre las cosas que ha contado destaco las siguientes:
Decálogo de cómo hacer un hijo delincuente según la Policia:
1. Darle todo lo que le pida.
2. No le de educación espiritual.
3. Ríase cuando diga palabrotas.
4. No le regañe.
5. Recoja lo que tire en lugar de hacerle recoger.
6. Déjele leer todo lo que pase por sus manos, sin ningún control.
7. Riña con su cónyuge en su presencia.
8. Déle todo el dinero que quiera.
9. Satisfaga todos sus deseos.
10. Póngase de su parte en sus conflictos con educadores, profesores, vecinos...
Las normas a las que hace mayor referencia este juez son la Constitución Española, la Ley de protección del menor de 1996 donde se recogen los derechos de los menores de 18 años y la Ley Orgánica de responsabilidad penal del menor del año 2000. También tiene siempre presente los artículos 154 y 155 del Código Civil donde hace referencia a los deberes de los padres y de los hijos. En este vídeo podemos escucharle hablando de estos artículos.
En los casos de maltrato físico a padres, el 25% son de chicas y el 75% de chicos. Si hablamos de maltrato psicológico la proporción entre chicos y chicas se equilibra llegando al 55% y 45% respectivamente.
En los problemas con menores hay varios factores que influyen a que su comportamiento se deteriore:
- En lo relativo a los padres, el artículo 155 del Código Civil que habla de los deberes de los hijos de obediencia, respeto y contribución al sostenimiento de la familia, dice Calatayud que dicho artículo no se aplica. Igual que si estuviera derogado.
- En lo relativo a los profesores, se refiere al artículo 24 del Código Penal en el que se dice que el profesor es un funcionario público a efectos penales y que el art. 550 del Código Penal califica como delito el atentado contra un funcionario público en el ejercicio de sus funciones. En base a esto, el profesor debería ser considerado como una figura importante sin necesidad de dotarle de mayor autoridad como se ha hecho por ejemplo en la Comunidad de Madrid. No debe confundirse el principio de autoridad con la dictadura o el autoritarismo.
- En este mismo ámbito, los docentes y los centros educativos tienen la obligación de impedir la no asistencia de los menores al colegio dentro del marco de la Ley Orgánica de protección jurídica del menor.
- EL 82% de los menores delincuentes son casos de fracaso escolar, por lo que evitar que exista fracaso escolar irá en beneficio de reducir la delincuencia juvenil.
- En cuanto a la sociedad aboga por un pacto por el menor donde todos tengamos claro lo que es un menor. Un menor es un niño como así lo demuestra el hecho de que cuando las luces se apagan en un centro de internamiento de menores lo que más se escucha son los llantos de los menores.
Otro de los aspectos que me ha llamado la atención es sobre el alcohol. España es el tercer país productor de alcohol y no es que exportemos mucho por lo que parece que nos lo bebemos todo. El que los niños vean desde pequeños dentro de lo normal el beber alcohol, les hará más propensos a beber alcohol e irse de botellón que si no lo ven a diario.
En cuanto a las drogas, es escalofriante el fácil acceso que se puede tener a ellas. Las semillas de marihuana se venden en el herbolario al no tener el principio activo hasta que no son cultivadas. En este tipo de establecimientos también es posible comprar piruletas de marihuana por un euro. El mongui es una torta tipo pizza que con la humedad le salen unos puntos negros que son alucinógenos.
Otras opciones son el pegamento, el líquido de las pilas eléctricas... Mucho cuidado.
Otra práctica a la que también se refirió es a la proliferación de los móviles de última generación en el ambito juvenil, dando lugar a la grabaciones de agresiones entre jóvenes. También hay que tener cuidado con el uso de internet no recomendado de forma autónoma hasta los 18 años. Si el niño tiene que acceder a internet, vigilado y en el ordenador del salón.
En cuanto a la responsabilidad penal del menor, para menores de 14 a 18 años no hay políticas de reinserción. Las carceles están masificadas.
El 80% de los chicos comenten hechos delictivos y no por eso tienen el perfil de delincuentes. Ahora bien si se aplica el decálogo al que hacía referencia al principio del post tendremos un delincuente con alta probabilidad. En este caso, en el 20% de los casos de delincuentes es porque detrás hay alguna situación familiar.
Por todo ello, es imprescindible que en la educación de los niños se realice un trabajo intenso entre padres, educadores y con la sociedad, antes de tener que tomar medidas con chicos de 12 y 13 años. En este caso la prevención es la mejor manera de evitar problemas futuros.
En este apartado de las medidas, el internamiento en centros debe ser según Calatayud para casos muy claros ya que hay otras vías como la realización de trabajos en beneficio de la sociedad, la libertad vigilada, la mediación víctima-delincuente, etc.
En conclusión, la buena educación no es fácil, ya que es sencillo darle al niño lo que pide con tal de no tener que aguantar la rabieta que le produciría el decir que no. Es sencillo que si el niño quiere ver la tele, ponérsela y enchufarle mientras nos vamos a hacer otra cosa. Es sencillo darle dinero para que se compre lo que quiera y no nos moleste pidiendo sin cesar los cromos, el muñeco de goma o lo que sea. Es sencillo dejarle en la cama si dice que no quiere ir al colegio.
Sin embargo, desde nuestra responsabilidad como padres debemos asumir la "molestia" que supone decir no. Puede ser molesto a corto plazo, pero a largo plazo le estaremos dejando a nuestros hijos una educación sobre la que poder construir su vida de forma positiva. Diciendo no también se educa.
En cuanto a las drogas, es escalofriante el fácil acceso que se puede tener a ellas. Las semillas de marihuana se venden en el herbolario al no tener el principio activo hasta que no son cultivadas. En este tipo de establecimientos también es posible comprar piruletas de marihuana por un euro. El mongui es una torta tipo pizza que con la humedad le salen unos puntos negros que son alucinógenos.
Otras opciones son el pegamento, el líquido de las pilas eléctricas... Mucho cuidado.
Otra práctica a la que también se refirió es a la proliferación de los móviles de última generación en el ambito juvenil, dando lugar a la grabaciones de agresiones entre jóvenes. También hay que tener cuidado con el uso de internet no recomendado de forma autónoma hasta los 18 años. Si el niño tiene que acceder a internet, vigilado y en el ordenador del salón.
En cuanto a la responsabilidad penal del menor, para menores de 14 a 18 años no hay políticas de reinserción. Las carceles están masificadas.
El 80% de los chicos comenten hechos delictivos y no por eso tienen el perfil de delincuentes. Ahora bien si se aplica el decálogo al que hacía referencia al principio del post tendremos un delincuente con alta probabilidad. En este caso, en el 20% de los casos de delincuentes es porque detrás hay alguna situación familiar.
Por todo ello, es imprescindible que en la educación de los niños se realice un trabajo intenso entre padres, educadores y con la sociedad, antes de tener que tomar medidas con chicos de 12 y 13 años. En este caso la prevención es la mejor manera de evitar problemas futuros.
En este apartado de las medidas, el internamiento en centros debe ser según Calatayud para casos muy claros ya que hay otras vías como la realización de trabajos en beneficio de la sociedad, la libertad vigilada, la mediación víctima-delincuente, etc.
En conclusión, la buena educación no es fácil, ya que es sencillo darle al niño lo que pide con tal de no tener que aguantar la rabieta que le produciría el decir que no. Es sencillo que si el niño quiere ver la tele, ponérsela y enchufarle mientras nos vamos a hacer otra cosa. Es sencillo darle dinero para que se compre lo que quiera y no nos moleste pidiendo sin cesar los cromos, el muñeco de goma o lo que sea. Es sencillo dejarle en la cama si dice que no quiere ir al colegio.
Sin embargo, desde nuestra responsabilidad como padres debemos asumir la "molestia" que supone decir no. Puede ser molesto a corto plazo, pero a largo plazo le estaremos dejando a nuestros hijos una educación sobre la que poder construir su vida de forma positiva. Diciendo no también se educa.