Si lo tienes bien organizado, la mayoría de sus funcionalidades son accesibles mediante un navegador web desde un ordenador, ya que "la nube" (internet) es donde está lo que utilizamos. El móvil "sólo" es un dispositivo más desde el que podemos acceder a lo que necesitamos. La diferencia es que el móvil nos permite acceder a todo ello de forma inmediata, independientemente del lugar en el que nos encontremos (siempre que tengamos cobertura y batería).
Pues bien, lo que yo interpreto sobre lo que dicen los expertos sobre esto, es que ese acceso instantáneo a nuestro móvil y las aplicaciones que tenemos en el mismo, con toda esa cantidad de notificaciones casi permanentes, nos dan una sensación de gratificación (liberación de dopamina) cada vez que descubrimos lo que alguien (amigo, conocido, seguidor, contacto, empresa) tiene que contarnos.
Eso que nos cuenta nuestro móvil, puede ser un like, un mensaje de Whatsapp, un correo, etc. Como para todo, habrá personas que estas notificaciones, les den más o menos igual y otras que cada vez que les llega una notificación, no puedan aguantar el deseo de descubrir qué o quién requiere su atención. Me atrevo a decir que nuestros hijos están más en esta categoría que en la primera. Esto tiene también mucha relación con este otro artículo del blog y el vídeo al que se refiere.
Y es esto último, junto con la lectura del libro "La conquista de la Voluntad" de Enrique Rojas, lo que me ha empujado a escribir este artículo. Una de las ideas que más me atrae del libro es que debemos distinguir voluntad y deseo. La voluntad tiene relación, entre otras cosas, con hacer más lo que queremos y menos lo que deseamos y también con ser capaces de diferir nuestras recompensas, o lo que es lo mismo aprender a esperar.
En este vídeo, se explica esto muy bien y viene a decir que uno de los factores importantes para tener éxito en la vida, es ser capaces de diferir nuestras recompensas, o lo que es lo mismo, saber esperar, tener una voluntad más fuerte, que viene a ser lo mismo que transmite el citado libro de Enrique Rojas, cuya lectura recomiendo.
En conclusión, creo que debemos fomentar en nuestros hijos ese ejercicio de la paciencia y entrenamiento de su voluntad, de una forma complementaria al uso de la tecnología, lo que no quiere decir no hacer uso de ella, sino ser conscientes de que la tecnología sola con su "instantaneidad" no es el mejor aliado para cultivar la necesaria voluntad para tener éxito en la vida.